Cualquiera puede cortar el pelo a su perro con un poco de destreza y un cortapelo canino adecuado que podamos utilizar sin mucha experiencia aunque no está mal que probemos antes unas cuantas veces en las zonas que después haya que rasurar o cortar más.
La costumbre de llevar al perro a la peluquería canina o de cortarle el pelo nosotros mismos, se ha combinado desde hace años con otra que antes no tenían nuestras mascotas, la ropa.
Y es que vestir a un perro y cortarle el pelo puede traspasar el requerimiento de comodidad para convertirse en moda canina donde todo cabe a menos que se ridiculice al animal o se le someta a situaciones incómodas, pero por lo demás todo es aceptable.
El uso del cortapelos para perros simplifica mucho la labor de recorte y retocado, tanto si se lleva a cabo en las peluquerías caninas como si lo hacemos nosotros mismos en casa, así que no hay que dudar cuando queramos retocar el pelo de nuestro perro sin tener que pelarlo como haríamos en verano, y por supuesto siguiendo cualquier moda a la que el pelaje del perro se preste.
El límite de lo ético acaba en lo hortera y vulgar si nos excedemos con nuestras dotes artísticas sin un plan previo, así que considerando que el perro no es un lienzo donde expresar nuestro arte abstracto, hasta el peinado más sencillo puede resultar mas gracioso que el más enrevesado, tanto si se trata de hacérnoslo a nosotros mismos o a nuestras mascotas.