Cuando compramos un utensilio de cuidado personal al igual que sucede cuando adquirimos un producto para nuestro cabello, piel o uñas, necesitamos que cumpla nuestras expectativas porque con estas cosas no se juega.

Tanto si se trata del cuidado de la piel, como del cabello o de las uñas, en el mercado podemos encontrar infinidad de productos anunciados como milagrosos cuando en realidad son de pésima calidad, así que para no caer en la tentación de comprar utensilios y productos que no tengan calidad, lo mejor es comprar siempre en tiendas especializadas como Cortapelos yPlanchas y otras que puedan ofrecerte productos de las mejores marcas como símbolo de prestigio y calidad.

El caso de los alicates de manicura y pedicura es un claro ejemplo de que lo malo o de pésima calidad no solo no vale sino que además de no resolvernos el problema, puede que nos lo agrave.

Un alicate de pedicura de calidad debe tener un corte perfecto, y para esto son necesarias tres cosas:

• Que el metal sea de calidad
• El filo de las cuchillas sea perfecto
• Que las piezas estén bien ajustadas.

Si un alicate no se fabrica con acero de calidad, el resultado no será una herramienta de calidad, valga la redundancia, pero es que no hay mejor metal para estos utensilios que el acero inoxidable, pero este puede combinarse con otros materiales y solo usan estas aleaciones los fabricantes de prestigio.

El corte del alicate además de perfecto ha de ser limpio, ya que para realizar un afilado correcto en la fábrica, antes hay que vaciar o dar forma a la cuchilla para que esta se adapte mejor a las uñas de los pies.

Por último el ajuste de las dos piezas que conforman los alicates debe ser perfecto y sin holguras, ni demasiado prieto ni demasiado suelto para que cuando hagamos palanca, la fuerza se trasmita y el corte sea prefecto y sin astillados.

Un mal encaje de las piezas puede provocar que el movimiento de presión «machaque» parte de la uña y el corte no resulte limpio.