El uso de uniformes y ropa de trabajo adecuada en las peluquerías no obedece a un motivo puramente estético de los peluqueros sino más bien se impone por razones de higiene y salubridad para protegerse de los pelos y productos que se utilizan a diario en estos salones de peluquería.

Para evitar que la ropa de calle se manche con líquidos y productos químicos como champús, tintes o disolventes, algunos peluqueros y  peluqueras se colocan una bata, pero si esta es de una tela normal, es posible que los líquidos traspasen el tejido y los pelos queden incrustados en la tela teniendo que estar quitándosela constantemente para sacudirla o pasándole el cepillo para despegar los pelos, aunque ninguna de las dos acciones dejará limpia la prenda.

Lo mejor es utilizar prendas de vestir específicas para peluqueros como batas especiales o pantalones de peluquería  que estén fabricados con poliester, un tejido que evita que el pelo quede pegado y mucho menos que se incruste dentro como sucede con la mayoría de telas que permiten la entrada de pelos entre los hilos que forman el tejido.

Al estar fabricados en tejido muy resistente y con un patrón cómodo y ligero, los pantalones se adaptan a la cintura mediante un elástico y pueden llevarse con seguridad y comodidad durante horas.

Los uniformes de peluquería deben comprarse en tiendas especializadas para garantizarnos que tanto el tejido como las costuras conforman una barrera para evitar que los pelos penetren y lleguen hasta la ropa que llevemos dentro con el consiguiente malestar que ocasiona al permanecer en contacto con nuestro cuerpo.