Antes de que existieran las máquinas cortapelos, los fabricantes de aparatos y utensilios para peluquerías habían diseñado tijeras y navajas especiales para cortar el pelo, pero poco se podían imaginar que décadas después aparecerían las primeras máquinas para cortar el pelo.

Los fabricantes han ido   innovando poco a poco y nada o casi nada se ha inventado sin basarse en algún utensilio que ya existiera, y los creadores han ido patentando sus ideas, sus inventos y modelos de utilidad, la mayoría de los cuales proponen nuevos objetos útiles que se parecen a los ya existentes, pero como dice la propia denominación,  son nuevos modelos de utilidad.

Los fabricantes de cortapelos, antes de diseñar estas máquinas comenzaron fabricando aparatos de corte manual  para el pelo y  posteriormente fueron incorporándole mejoras hasta que le incluyeron un pequeño motor eléctrico capaz de mover las cuchillas de la maquina.

Estas primeras  máquinas de cortar el pelo funcionan con la energía suministrada por la red eléctrica, es decir, se tenían que enchufar para que el motor se alimentara de corriente eléctrica, puesto que todavía no había baterías lo suficientemente potente como para lograr alimentar el motor.

Las máquinas de cortar el pelo de hoy en día no se parecen en nada a los primeros cortapelos manuales fabricados íntegramente en metal, a diferencia de las nuevas cortapelos eléctricas que combinan diversos materiales utilizándose el plástico en gran medida, tanto para fabricar la carcasa como para algunas piezas del interior.

Hoy en día disfrutamos de unos aparatos que aunque parecen haberse inventado ahora, son el producto de la evolución de decenas de años y aunque como decimos no se parecen en nada a sus antecesoras, el paso de ayer a hoy ha sido un continuo ir y venir de perfecciones e imperfecciones que se han ido añadiendo o eliminando lentamente.

La última generación son los cortapelos a batería y más concretamente los de baterías de litio sin efecto memoria que permiten un corte de pelo con la misma potencia siempre, ya estén las baterías, llenas a medio, o a punto de agotarse puesto que funcionarán a la misma velocidad y potencia mientras a la batería le quede carga.