La mayoría de los secadores de pelo que tenemos en las casas, funcionan como los secadores de pelo profesionales, diferenciándose ambos en la calidad de sus componentes, que obviamente en el caso de los profesionales deben estar preparados para un uso continuo sin que sus funciones se vean alteradas.

Los secadores de mano funcionan mediante una turbina situada en la parte trasera, que extrae el aire del exterior del aparato y lo canaliza a través de la boca del secador expulsándolo fuera y convirtiéndolo antes en aire caliente si pulsamos el interruptor necesario que lo que hace es conectar una resistencia eléctrica, que lo que hace precisamente es calentar el flujo de aire que pasa a través de ella.

La mayoría de los secadores de pelo profesionales, disponen de unas boquillas que se acoplan a la boca del secador de manera que se estrecha la salida y se logra concentrar el flujo del aire, haciéndole salir con más fuerza; algo así como si a una manguera de riego conectáramos un trozo de manguera mas estrecha justo en la salida, puesto que automáticamente aumentaríamos la presión y saldría la misma cantidad de agua, pero esta vez algo mas fuerte.

Aire caliente y suave

Sin embargo, a veces se tiene la necesidad de lo contrario y queremos que el aire salga mas disperso, así que la solución consiste en poner un difusor para secador de pelo que al contrario que las boquillas estrechas, lo que hacen es  expandir el aire y distribuirlo en el pelo  de manera uniforme consiguiendo una perfecta uniformidad  de calor que evita el encrespado con una serie de púas colocadas en la tobera del difusor de manera que se consigue marcar el pelo dándole  volumen pero como decíamos, evitando el encrespamiento.