El mundo de la peluquería ha evolucionado adaptándose a los tiempos modernos, y en esta constante evolución, también los salones de peluquería han ido cambiando su mobiliario y decoración pasando de ser fríos locales comerciales pintados de blanco a lucir esplendorosos salones de peluquería que invitan a quedarse todo el tiempo que haga falta.

En las peluquerías de los años 60 solo se cortaba el pelo a las mujeres o a los hombres en las respectivas peluquerías de señoras o caballeros, pues no todavía no existía la moda de los salones unisex.

Los que si podían cortarse el pelo en cualquiera de las dos eran los niños, aunque hay que matizar que las niñas acudían con su madre a la peluquería de señoras pero aunque los niños se cortaban el pelo en las peluquerías de caballeros, era muy normal que la madre lo llevara a su peluquera, pues ya mas que una cuestión de genero era una costumbre social, pero tanto en la peluquería como en las aulas, las piscinas, los gimnasios y tantas cosas que por aquel entonces era considerado normal hacer en dos grupos diferenciados.

Los cortapelos dejan de ser máquinas exclusivas para caballeros

Durante años los cortapelos eran máquinas exclusivas de barberos y raramente estaban entre los utensilios que formaban parte de las peluquerías de señoras por considerarse una máquina de cortar el pelo a los hombres, pero pronto comenzaron a comprarlas para las peluquerías femeninas precisamente para cortar el pelo a los niños, ya que con esta máquina terminaban mucho que con la tijera, sobre todo si al niño había que hacerle un corte de pelo al mínimo.