En muchos de nuestros artículos del presente Blog, hemos hablado de los cortapelos a batería y siempre hemos resaltado que cuando se trata de una máquina de calidad, el rendimiento es similar al de los cortapelos con cable.
Dicho esto parece que la elección más cómoda sugiere que sea la de optar por una máquina que no lleve cable, pero sinceramente no puede elegirse una máquina solamente por esa cuestión sin tener en cuenta las verdaderas diferencias de ambas.
Diferencias esenciales
Exteriormente un cortapelo a batería es igual que un cortapelo a cable, con la única excepción del propio cable, pero uno y otro toman la energía de la red eléctrica aunque de distinta forma.
Mientras que el motor del cortapelos a cable funciona con 220 voltios, el otro funciona a bajo voltaje según sea la potencia de la batería.
En este sentido la diferencia entre ambas máquinas es que la primera trabaja con corriente alterna y la segunda con corriente continua.
Esto que parece no tener importancia o tratarse de tecnicismos que pasamos por alto, significa que la que funciona con batería siempre tendrá un tiempo limitado de uso, precisamente hasta que se agote la batería.
Hasta aquí podíamos pensar que la que lleva cable es mejor, pero…
¿Has pensado que pasaría si se va la luz?
Si se produce un corte de energía eléctrica aunque sea de forma temporal, indudablemente no podemos seguir cortando el pelo a no ser que tengamos una cortapelo de batería, la reina para estas ocasiones.
Como verás tanto una como otra tienen sus ventajas e inconvenientes, pero no habiendo corte de luz o estando la batería llena, ambas pueden usarse sin problemas.
Las modernas baterías de los cortapelos se cargan rápidamente y ofrecen una buena potencia cuando la máquina está desenchufada de la red, así que si somos previsores y tenemos cargada la batería la podremos utilizar sin problemas para comenzar y terminar un corte de pelo sin necesidad de cargarla de nuevo, puesto que sobrará energía suficiente para cortar el pelo a otra persona.