En algunos post de este blog de comunicación, hemos hablado de los cortapelos sin cable que obviamente se llaman así  porque son máquinas de cortar el pelo que funcionan mediante baterías recargables, y precisamente de ellas y de sus cuidados vamos a hablar en esta ocasión.

Generalmente las baterías de los cortapelos se recargan mediante aparatos llamados cargadores de baterías que suelen conectarse en un extremo a la toma que dispone el  cortapelos  y en el otro extremo al enchufe de la red eléctrica.

Hay modelos de cortapelos que permiten su funcionamiento durante la carga aunque la batería esté completamente descargada y otros que no funcionan si las baterías no tienen carga.

Siempre es aconsejable que la batería esté cargada, aunque no hay que estar continuamente cargándola, ya que es preferible agotarla, así que esto que parece una contradicción hay que explicarlo.

Supongamos que es la primera vez que cargamos la batería de un cortapelo , así que lo lógico es darle una carga total, pero si a continuación lo usamos durante 20 minutos, no es necesario volver a ponerlo a cargar, sino continuar los trabajos con la carga restante.

Si vamos a seguir trabajando es preferible seguir consumiendo batería y no completar la carga, ahora bien, si la máquina hace mucho tiempo que la usamos,  pongamos dos o tres meses, entonces es aconsejable ponerla a cargar y utilizarla con carga completa.

También hay que decir que una batería estandar necesita descargarse por completo de vez en cuando, pero hay otro tipo de baterías de las llamadas «sin efecto memoria»  que ofrece el mismo rendimiento con independencia del nivel de carga que tenga, así que funcionará igual de potente y rápido con la batería llena que a media carga.

Con independencia de estos consejos, hay que leer siempre el manual de instrucciones que viene con el aparato, ya que cada fabricante aconseja los mejores cuidados tanto para sus aparatos como para las baterías, así que sobre todo hay que seguir las instrucciones que nos recomiende el fabricante.

Indudablemente nunca hay que mojar las baterías ni exponerlas a sitios demasiado calientes ya que podrían deteriorarse, y en el caso de que tengamos otra batería de repuesto, guardarla siempre en un lugar seco, lejos de la humedad y a ser posible dentro de una caja que la proteja del polvo.