En las últimas décadas se han popularizado las planchas para alisar el pelo porque resultan la mar de prácticas para realizar sofisticados peinados de forma rápida y sencilla, pero sobre todo sin dañar el pelo que en realidad es lo más importante.
Hoy en día las planchas alisadoras o planchas de peluquería son aparatos muy seguros que cuentan con grandes avances tecnológicos y no se trata solamente de placas que se calientan con una resistencia eléctrica como si fuera un tostador de pan, ya que actualmente están diseñadas no solo con formas ergonómicas sino también con unas medidas de protección y seguridad muy avanzadas.
De hecho, las nuevas planchas de pelo cuentan hasta con pantallas digitales para visualizar la información en tiempo real, como por ejemplo la temperatura, que puede ajustarse mediante mandos de regulación, y no solo eso; las medidas de autoprotección están testeadas en fábrica y algunos modelos cuentan incluso con un sistema de desconexión automática en caso de sobrecarga o de dejarlas enchufadas durante mucho tiempo.
Cada uno de los controles e interruptores de las planchas de pelo han sido diseñados de manera individual y específica para soportar la tensión del aparato por lo que pueden considerarse elementos tan seguros como el conjunto de la propia plancha.