plancha de turmalina

Así funcionan las modernas planchas de pelo

El desarrollo tecnológico de los aparatos para peluquería  ha ido acorde con el paso del tiempo y no se ha quedado atrás en ningún momento, ya que se trata de aparatos de consumo a los que se le exige la perfección que la técnica puede aplicarles, estando por tanto en constante renovación.

En el caso de las planchas de pelo, estas también evolucionan ya que originariamente mucho antes de que existiera la electricidad, ya se tiene constancia de que se utilizaban unas placas de metal que se calentaban antes de pasarlas por el pelo, aunque no obstante no se trataba de máquinas sino mas bien de técnicas o remedios acordes con aquella época.

Las primeras varillas de calor fueron creadas por Erica Feldman en el año 1872 y se trataban de simples hierros calentados  que se utilizaban directamente o recubiertos con un paño para no quema el pelo.

40 años después,    Lady Jennifer Bell Schofield  ideó un alisador de pelo que consistía en dos placas de metal unidas por una bisagra, un modelo de plancha de pelo que se parece mucho al que utilizamos hoy en día.

Las modernas planchas de pelo precisamente constan de placas calefactables que se calientan mediante resistencias eléctricas, aunque el calor está controlado mediante dispositivos electrónicos que impiden un calentamiento excesivo e inadecuado para el pelo.

También existen planchas de pelo sin cable, que funcionan mediante unas baterías de litio que tienen una elevada capacidad energética y les aportan la energía eléctrica necesaria para que sus resistencias interiores logren calentar las placas.

Este tipo de plancha de pelo inalámbrica  se fabrican principalmente para que se usen en los viajes por lo que se les conoce también con el nombre de plancha de pelo de viaje y por tanto suelen ser algo más pequeñas que las demás.

Si volvemos la vista atrás, el funcionamiento de las planchas de pelo es el mismo en el pasado que en el presente, y lo único que ha variado ha sido el método para calentar las placas.

El calor de la placa se transmite al pelo por contacto directo durante el tiempo que el cabello queda «planchado» y es el propio calor el que hace que el pelo conserve la forma y quede alisado, aunque las nuevas planchas de pelo, a diferencia de las antiguas, cuentan con diversos sistemas de regulación de la temperatura y las placas se fabrican con otros materiales como la cerámica o la turmalina, cuya superficie es menos dañina para el pelo que el resto de los metales.

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