Cortarse el pelo uno mismo parecía un reto imposible hace años y sin embargo hoy en día es una práctica habitual utilizando una máquina eléctrica de cortar el pelo que nos permite rasurarnos sin la ayuda de otra persona.
Dejar un corte de pelo uniforme es bien fácil utilizando las herramientas adecuadas y teniendo los conocimientos que tienen los peluqueros, pero cuando se trata de rapar o igualar el pelo, aún resulta mas sencillo con las nuevas máquinas de cortar el pelo con las que no necesitamos saber nada de peluquería.
Hace décadas para rapar el pelo se necesitaba una cuchilla de afeitar o una navaja de barbero, pero previamente había que cortar el pelo para dejarlo muy corto y poder afeitar la cabeza.
Entonces el rapado debía ser necesariamente al cero y lógicamente utilizando la brocha y la barra de jabón para dejar la cabeza tan lisa como queda la cara tras un afeitado.
Cuando salieron los primeros cortapelos profesionales no eran exactamente igual que los que conocemos hoy en día, pero ya permitían cortar el pelo rápidamente por lo que pronto se utilizaron en barberías y en cuarteles militares, donde la máquina conseguía realizar el trabajo de 10 peluqueros gracias a su rapidez de corte, aunque obviamente solo se utilizaba para cortar el pelo de los caballeros.
Aunque el uso de los cortapelos quedaba reservado a los profesionales, pronto aparecieron otras máquinas domésticas y más tarde los cortapelos a batería aunque las primeras máquinas tenian baterías de muy corta duración y había que actuar rápido o esperar a que se cargase de nuevo.
En los modernos cortapelos de las mejores marcas como Aesculap, Moser, Oster, Wahl y otras de similares características las baterías recargables no tienen nada que ver con sus antecesoras, ya que las de ahora generan la misma energía tanto si están completamente cargadas como si están bajas de carga, pero además se pueden cargar en cualquier momento, algo que no podía hacerse con las primeras baterías si queríamos conservarlas durante tiempo.
Todo ha cambiado tanto que incluso los cortapelos domésticos son casi como los cortapelos profesionales tanto en calidad como en funcionalidad, aunque cuando uno tiene la necesidad de comprar un cortapelo si es para casa bastará con un modelo sencillo puesto que no tendrá un uso intensivo y continuo, ahorrando por tanto una cantidad importante de dinero, porque obtendremos buenos resultados con una máquina de marca sin necesidad de que sea de uso profesional.
Como hemos comentado en otros post, la principal diferencia entre un cortapelos doméstico y un cortapelos profesional está en el motor que tiene que ser más duro si se va a utilizar la máquina todos los días.
