La preparación de los tintes en la peluquería o en casa es fácil si se siguen las instrucciones del fabricante, que normalmente las indica en las cajas o en los envases, pero no solo hay que mezclar los componentes.

Generalmente la formulación de los tintes se hace in situ momentos antes de aplicarlo, y esto obedece a una regla química que todos deberíamos saber.

Los productos químicos formulados en laboratorios se mezclan con otros reactivos, disolventes o glomerantes para que «actúen» o interactúen» entre ellos dando un resultado que no puede conseguirse si estos productos están mezclados de antemano.

Por esta razón, a las pinturas se les añade disolvente justo antes de pintar y a los tintes de peluquería hay que añadir agua oxigenada que es el oxidante.

Cada  marca o fabricante indica en el envase del colorante cómo se ha de proceder para realizar la mezcla, como, por ejemplo, la concentración del agua oxigenada medida en volúmenes o porcentajes.

Hay que tener en cuenta que el volumen indica la concentración de oxígeno en el agua oxigenada, es decir, la cantidad de litros de oxígeno que se liberan en un litro de disolución.

Para realizar una mezcla homogénea de estos componentes, hay quien mezcla en un bol el tinte y añade el agua oxigenada y hay quienes prefiere preparar la mezcla usando una coctelera de peluquería.

Este tipo de cocteleras es muy similar a las que se utilizan en hostelería pues básicamente es un recipiente con tapa que al cerrarse queda de forma hermética impidiendo que salga el líquido cuando la agitamos.

El resultado de meter dos o más productos con una coctelera es que todos los componentes que hayamos introducido quedarán perfectamente mezclados y en menos tiempo del que se necesita si lo hacemos mezclando los componentes con una espátula o cuchara.