El cabello es el conjunto de pelo de la cabeza, y a diferencia de otro pelo como el de las axilas o el pubis, este requiere un lavado con champú en lugar de gel puesto que no se trata del mismo productos y ambos tienen una formulación química distinta.

Aunque estén formulados en el mismo laboratorio, un gel y un champú de la misma marca solo se parecerán en el envase, puesto que son productos totalmente distintos.

Diferencias entre el gel y el champú

El término gel proviene de la palabra gelatina, que a su vez proviene de «gelata» que significa helado.

Esto no quiere decir que los geles sean fríos, sino que su apariencia recuerda a la de un helado por la forma que adopta, aunque la viscosidad puede variar de un gel a otro, como sucede con la gelatina comestible que tiene una consistencia algo más sólida que el resto de los geles que conocemos.

Químicamente un gel es un estado de la materia, un sistema coloidal donde la fase continua es sólida y la dispersa es líquida, así que casi todos los líquidos pueden convertirse en gel añadiendo un polímero que cambia su estado.

El gel de baño es un jabón líquido formulado para el aseo personal, y resulta mucho más práctico que si el jabón fuera totalmente líquido, puesto que la mayor parte del producto se nos escurriría.

Ya que sabemos lo que es un gel, podríamos decir que el champú para el cabello también es gel,  pero son bien distintos, y que el champú incorpora algunos componentes para tratar el cabello, darle brillo y aportarle nutrición, mientras que el gel se formula con un ph neutro sin este tipo de componentes añadidos.