Aunque los cortapelos para perros son muy parecidos a los que utilizamos las personas, hay diferencias y características bien distintas entre ellos, sobre todo en la potencia y en la forma de los peines y cuchillas.

Nunca hay que utilizar un cortapelo de peluquería canina para cortar el pelo de las personas, ni siquiera si el aparato está nuevo, ya que son totalmente incompatibles para cortar nuestro cabello.

Hay quienes comparten tantas cosas con sus mascotas que creen que también pueden compartir el cortapelo simplemente limpiándolo después de cada uso, pero aparte de ser un acto poco higiénico puesto que nunca estaría totalmente limpio y desinfectado, en el mejor de los casos representaría un problema utilizarlo puesto que aunque el concepto es el mismo y el aparato muy similar, las cuchillas y el motor de los cortapelos para perros son mucho mas rudos porque están diseñados para esquilar perros de mucho pelo y para «segar» el pelo por muy fuerte que sea.

Mientras que las personas tenemos un cabello fino y bastaría con un cortapelo doméstico para realizar un corte rápido, con una de estas máquinas no llegaríamos a una docena de cortes intensivos si los pelos son mucho mas duros, ya que se tratan de máquinas e precisión y no de máquinas industriales.

Dentro de la gama de cortapelos caninos, es cierto que existen modelos muy pequeños con motores de baja potencia, pero el uso de estas mini máquinas queda reservado para retoques puesto que para cortar el pelo a un perro grande con un buen manto, nos llevaría horas hacerlo si no tenemos el cortapelo canino adecuado.

Un rápido vistazo al escaparate de los cortapelos para perros para darnos cuenta enseguida que una buena máquina lleva un motor algo mas potente que las demás, puesto que de otra forma, al cortar el pelo se atrancaría y daría tirones de forma continua.